Un
devastador incendio en un supermercado chino del barrio Aeropuerto
terminó ayer con el dueño gravemente herido y un policía con principio
de asfixia. Los dos tuvieron que ser trasladados en una camioneta de la
fuerza. Esta madrugada, los rescatistas concluían las tareas de
escombramiento y enfriamiento para ingresar en el local y revisar entre
los escombros, con la terrible sospecha de que uno de los empleados
pudo quedar atrapado. En principio, la versión quedó descartada.
En
el local trabajaron cinco dotaciones de bomberos e igual número de
ambulancias, dato que ayuda a entender la magnitud del siniestro que se
desató a eso de las 9 de la noche, cuando un amplio sector de ese
barrio quedó sumido en la más absoluta oscuridad por un apagón
generalizado. En base a las declaraciones de algunos testigos se
estima que el propietario del supermercado El Trébol, ubicado en 7
entre 603 y 604, quiso encender el grupo electrógeno, pero algo falló.
“Yo escuché tres explosiones”, comentó a Hoy un joven que estaba en un
comercio cercano cuando se iniciaron las llamas: “salían por las
ventanas”, completó, todavía shockeado. En ese momento había varios
clientes y empleados, que al advertir lo que pasaba, en medio de la
penumbra sólo iluminada por el fuego, corrieron desesperados en
dirección a la calle. Por ahí cerca estaba patrullando el sargento
Marcelo Bustamante, del Gabinete de Investigaciones del Destacamento
Aeropuerto, quien vislumbró las llamaradas y fue urgentemente al local.
“Debemos decir que gracias a él no hubo otras víctimas. Entró varias
veces y sacó a muchas personas”, aseguró a este diario el jefe de la
comisaría Octava, el capitán Héctor Ballón. Inmediatamente después de
que ayudó a salir al dueño de El Trébol -un ciudadano chino de 32 años-
el efectivo comenzó a sentirse mal. “Inhaló monóxido de carbono y
sufrió principio de asfixia”, agregó el mismo jefe policial. Para
entonces, ya habían llegado otros móviles del Destacamento y de la
comisaría Octava, cuyo personal pedía a gritos la presencia de “varias
autobombas y ambulancias”. Como estas últimas se demoraban, los
compañeros de Bustamante decidieron cargarlo a él y al supermercadista
en una camioneta de la fuerza y con el apoyo de motos y patrulleros de
otras jurisdicciones apuraron el traslado hasta el hospital San Martín. Al
cierre de esta edición, y, de acuerdo a fuentes oficiales, el
comerciante permanecía internado en estado reservado con un alto
porcentaje del cuerpo quemado, mientras que el sargento se recuperaba,
después de recibir asistencia respiratoria. Al lugar acudieron, en
principio, dos dotaciones del cuartel central de La Plata y una de
Villa Elvira, pero la magnitud del siniestro obligó a pedir la
colaboración de otras dos autobombas de los bomberos Voluntarios de
Berisso. Luego llegaron las ambulancias de distintos hospitales. Los
médicos asistieron a algunas personas por problemas respiratorios y
crisis nerviosa. El local quedó devastado. Y recién hoy,
concluidos los peritajes de rutina, los encargados podrán hacer un
relevamiento de las pérdidas materiales. De cualquier modo, lo peor es
el cuadro de salud del propietario. Los bomberos revisaron también las
casas linderas y, en principio, determinaron que no corrían ningún
riesgo.
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